
El adelgazamiento de la copa, sobre todo en árboles de madera dura, es el corte selectivo de ramas para mejorar la penetración de luz y la circulación del aire en la copa. Su fin es conservar o desarrollar la estructura y la forma del árbol. Para evitar tensiones innecesarias y la producción excesiva de vástagos epicórmicos, no se debe cortar más de la cuarta parte de la copa viva en una sola operación. Si necesita podar más, hágalo en varios años sucesivos.
Las ramas con ángulo de unión en forma de U deben conservarse (Fig. 3A). Las ra-mas con ángulo de unión en forma de V suelen tener corteza incrustada y deben suprimirse (Fig. 3B). La corteza se incrusta cuando dos ramas crecen formando un ángulo muy agudo, pues se produce una cuña de corteza arrollada entre ellas. La corteza incrustada impide la unión firme de las ra-mas y a menudo forma una grieta debajo del punto de unión. Los troncos codominantes que salen de la misma posición y son más o menos del mismo tamaño, forman corteza incrustada. Si se suprimen algunas ramas laterales de un tronco codominante, se puede reducir suficientemente su crecimiento para que el otro tronco se vuelva dominante
Las ramas laterales no deben ser mayores de la mitad o las tres cuartas partes del diámetro
del tronco en el punto de unión. Evite que se formen “colas de león”, es decir, penachos de ramas y follaje en los extremos de otras ramas, por la remoción de todas las ramas laterales y el follaje intermedio. Las colas de león pueden provocar enfermedades a causa de exceso de sol, gran abundancia de vástagos epicórmicos, y ramas quebradizas de estructura débil. Todas las ramas que se entrecruzan o rozan deben ser removidas.
Las coníferas, con sus ramas en forma espiral y piramidal, rara vez requieren adelgazar la copa, salvo para restablecer un tronco líder dominante. Cuando la rama dominante de un árbol está dañada, muchas otras se vuelven codominantes. Elija al líder más fuerte y quite las ramas competidoras, para evitar el desarrollo de troncos codominantes.